viernes

Una tarde en la vida


Recuerdo mucho irme de Puebla. Recuerdo irme de Puebla escuchando una canción. Porque nunca había visto un cielo así. Es decir, he visto muchos cielos, pero ninguno contigo, y ese mismo cielo que es el mismo siempre nunca me había visto sonreír de esa forma, hundir tanto los ojos frente a alguien. Saber que me iría. Porque ese sol atardecido en los árboles dispersos, varios, podía verlo desde la ventana del camión. “Deja que afuera se maten entre todos” mirando el azul óleo pastel pintado chueco por algún artista ciego y la gravedad de una lágrima mía, derribando toda la piel posible de mi rostro. “Deja que afuera se maten entre todos”, nosotros vamos a acariciar este incendio, pensé. Y no estabas a mi lado. Y yo estaba cada vez más lejos, repitiendo el recuerdo y todos los detalles para no olvidarlos nunca en la vida. En la vida.  Imaginaba la ciudad llegar mientras era yo la que arribaba. Imaginaba esa ciudad cansada y vieja siendo devorada por el sol, derritiendo su color naranja sobre los edificios negros, los edificios disfrazados de panteras. Pero tú bastante lejos, bastante allá. Aún así sonreí porque sabía que pronto, muy pronto, después de dos semanas tristes, llenas de presiones, cansancio, vísceras y coraje de ciudad, volvería a verte.

A veces clavo mis dedos en la cara con un gesto total de tristeza y desesperación. He querido que ese sol venga a llevarme de una vez para estar en todas partes. La luz siempre viaja y ese sol deslizando sus tentáculos brillantes, también lo he visto en Puebla.


Una Tarde en La Vida by La Barranca on Grooveshark

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