No hay duda en este cariño nuevo que te ofrezco, que te embarro de a poquito en la cabeza, en tu despertar a ojos entreabiertos, en el abrazo fuerte que doy sin pedir nada. Y es un cariño nuevo; no tiene que ver con alguien más, ni con soledades pasadas, miedos, ascos de ayer. Nace y se vuelve enredadera de nube o de plumas níveas acariciando tu espalda, básicamente.
2 comentarios:
Te quiero tanto.
Con esta entrada te beso en la boca, Ara. Me encantó.
Cuida esas manos que expresan tanto.
Un abrazote.
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