domingo

P.D. Te amo, pero ya ni la chingas

A veces te extraño tanto que tengo ganas de tomar un camión (otra vez, como la primera vez y todas las veces) e ir a ti (otra vez, como siempre). A veces también no pienso en ti y/o evito hacerlo. Es solo que, esto del cansancio o del improvisado día gris que se asoma cuando uso el vestido color crema, esto de las madrugadas en el metro y de ese beso que no es tuyo y esas caricias donde cierro los ojos e imagino tu rostro dormido, pálido de sueños que nunca conocí, me ahueca las grietas del humo o por decirlo de otra forma, me hace decir tu nombre cuando nadie me ve y en voz minúscula.

Te desborras con todo lo que pasa,  todo lo que intento. El recuerdo también es mortal, los recuerdos tienen un ciclo de vida propio; algunos míos son niños y otros son fantasmas o cenizas. Tus recuerdos son fetos. No los veo, pero crecen dentro y algún día, en el mejor o peor, van a salir.

Llovía y hubo en el cielo pintura naranja que caía sobre los camiones en el metro San Lázaro. Iba a una fiesta y tuve ganas de encontrarte en tu casa, tus gatos, tus sin ganas, tus te quieros entre dientes, o con nada, con lo que sea, con lo peor, pero contigo. O quedarme nomás a llorarte en mi cama y no salir nunca, tan guapa, con estas zapatillas y este vestido negro que aprieta pero no mata.  Mis lágrimas imitaron una lluvia chiquita y hubo una inundación discreta donde nadie murió y nada se ahogó. Evité llorar en demasía,  por el maquillaje y porque a decir verdad, quería bailar y pasarla bien. Me olvidé de ti por completo. Bailé toda la noche y reí haciéndome el favor de ser feliz por tantito tiempo.

Voy a salir al mundo a estar bien, a enamorarme, a que se enamoren de mí, a bailar, a casarme, a tener hijos o lo que sea primero y para todo esto, ya no estarás aquí nunca.

No volveré a verte jamás y a pesar de esto, tengo la ternura reciente y viva de lo que fueron nuestros besos bajo la niebla.

Adiós.




10 comentarios:

Anónimo dijo...

A veces quisiera que a alguien le costara trabajo olvidarme, que cada mañana se le trepara mi peso muerto en su vida. ¿Será esa persona más feliz por haber sido amada? ¿Hace alguna diferencia? Ni cómo empujarse a averiguarlo.

Bestia buena dijo...

Duele tu comentario. También pregunto.

Anónimo dijo...

Qué cosa más hermosa.
Gracias.

Julián Sick dijo...

Okey y es que las ciénagas de tus ojos vienen rodando cuesta arriba a morderme las uñas que trato de cortar a diario con las tímidas masturbaciones que encaro para que la tensión de tu ausencia huela a heladera nueva. ¡Y hablo de hielo seco, obvio! Y también hablo de que te llueva.

Jonas 1966 dijo...

tus palabras me han cogido desprevenido, indefenso, y tambien, con un recuerdo colgado como una placenta.
Hermoso.

aphp dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
aphp dijo...

Perfecto para mi viernes por la tarde-noche, mientras me oculto de la chaviza y persigo a mi gato para darle de besos. Ya no me siento tan sola siendo una mujer "successfully independent". Que mamadas.

aphp dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Panquipuerco dijo...

Sé que ya es estúpido decir nada. Leí esto y me doblaste todo.

Panquipuerco dijo...

Si alguien en mi vida ha escrito de manera hermosa, has sido únicamente tú.